Comentarios que compartiò Joseph Robert Speed en exclusiva para Art News Cozumel:
Mi experiencia en la exposición fue surrealista. Sobrecogida de emoción por la respuesta positiva de los visitantes y del personal del museo.
la presentación fue perfecta para las fotos. la colección se presentó con profesionalidad.
Tanto el comisariado como la museografía trabajaron de forma experta. Un trabajo excelente
Me impresionó enormemente la respuesta del público a la exposición. Demostró que el pueblo mexicano realmente se interesa por la historia de México.
Mi abuelo falleció cuando yo sólo tenía 3 años. Tengo algunas fotos que tomó en septiembre de 1915. Las fotos fueron tomadas en San Francisco, Ca. de 1915. de la Feria Mundial.
Mucho más tarde en su vida, escribió algunos libros que pude localizar un libro. El libro no tiene nada que ver con su trabajo en Mèxico, solo muestra el gran sentido del humor que tenia.
Estaré eternamente agradecido a Lydia Jùarez por reconocer el valor de estas fotos como Tesoro Nacional para el país de Mèxico.
Gracias a Lydia y a todos los involucrados por su experiencia y arduo trabajo para hacer de esta exposición un éxito.
Entrevista a Lidia Juàrez
-¿Nos puedes comentar la experiencia en realizar la curaduría de está extraordinaria fotografía?, por ejemplo ¿quién y cómo fue el haber tenido contacto con Joseph Speed?
-Joseph Speed y Phyllis son una pareja entrañable. En una ocasión me compartieron las fotografías y me las mostraron, así como el origen, herencia de su abuelo. De ahí surgió la iniciativa de hacer la curaduría.
Me siento muy contenta de poder compartir mi trabajo y compartirlo con Sr. Speed y los visitantes en general.
- ¿Cómo fue que tomaste la decisión de realizar la curaduría? ¿Cómo fue el proceso de la curaduría por ejemplo; las dificultades y lo agradable de está curaduría en cuanto al proceso y finalización de está curaduría.
-El principal reto fue buscar la sede que recibiría la exposición para la exposición inédita. El proceso fue arduo ya que la colección consta de más de 100 fotografías y establecer la curaduría fue un proceso clave para integrar la exposición.
-¿Qué comentarios te dijo Mr Speed sobre tu trabajo ?
Comunique sobre el inicio de la Curaduría y les brinde noticias sobre el proceso. El Sr. Speed disfruto ver su colección, que guardaba en un cajòn, ahora expuesta para compartir con los demás. Amigos del Sr. Speed acudieron a visitar la colección que vieron alguna vez en su sala.
- ¿Estuvo contento, satisfecho, hubo algo que no estuviera satisfecho de la curaduría?
En mi parecer, se cumplió el objetivo.
-¿Aprendiste algo sobre la información de la revolución en cuanto el estar en contacto directo con Joseph Speed?
-Este es el inicio de un trabajo que brinda información histórica para continuar una línea de investigación.
- ¿ Crees que la primicia de tener los isleños de Cozumel será un aporte significativo para su educación cultural a través de las imágenes de alto valor histórico?
Si, consideró importante tener vigente el carácter cultural, parte de nuestra historia.
- ¿ que planes hay sobre este proyecto que inicia aquí en el museo de Cozumel?
La intención de la exposición es mostrarse en el Museo de Cozumel, para luego ser donado al Museo Casa Venustiano Carranza, en Cuatro Ciénegas, Coahuila. Museo instalado en la casa donde nació el ex presidente de México.
- ¿Qué otras curadurías has realizado en tu experiencia personal?
Algunas otras de carácter artístico.
- ¿Algo más que desees agregar?. Gracias por participar en está entrevista.
Durante el proceso, después de la exposición, se descubrió que el abuelo Speed escribió un journal, que aún se comercializa, te compartiré información en breve.
A continuaciòn se presenta la conclusiòn de un trabajo de tesis doctoral " La propaganda polìtica constitucionalista durante la Revoluciòn Mexicana (diciembre de 1914-julio de 1915" realizado por Jaime Eduardo Figueroa Daza. Departamento de Periodismo I- Universidad de Sevilla 2010. Con la intensiòn de ampliar un poco màs la informaciòn sobre Venustiano Carranza personaje històrico de la Naciòn Mexicana, que como se menciona en esta tesis Carranza era un intelectual altamente preparado, educado y autoeducado e influyente de su saber hacia otras personas de la elite intelectual, que supo realizar y manejar con maestrìa la propaganda y estrategias periodìsticas de su momento y adelantadas para su tiempo. Difundir bien una idea a las masas es èxito, la victoria asegurada, y Venustiano Carranza es el ejemplo màs claro de ello.
Conclusiones
En líneas generales, nuestra investigación ha tratado de contrastar la importancia dada a la propaganda política, en la Revolución Mexicana, como “arma ideológica” que ayudó al triunfo del constitucionalismo sobre Francisco Villa y Emiliano Zapata (en el verano de 1915). Hemos subrayado, asimismo, el esfuerzo propagandístico de los constitucionalistas para construir la imagen de Venustiano Carranza como el único gobernante legal del México revolucionario.
El trabajo propagandístico liderado por estrategas como Álvaro Obregón, Gerardo
Murillo (Dr. Atl.), Gustavo Espinosa Mireles, Rafael Zubarán, Jesús Urueta, Luis Cabrera, Alberto J. Pani y Roque Estrada, bajo la supervisión del experimentado Venustiano Carranza, muestra una depurada organización que, para su tiempo, podríamos considerar precursora de lo que habría de venir, si tomamos en cuenta que los primeros estudios científicos que analizan la propaganda de masas comenzaron, en el ámbito anglosajón, fundamentalmente a partir de la Primera Guerra Mundial y dieron sus primeros frutos pasada la conflagración. Ni Obregón ni Atl, ni el resto de los organizadores de la propaganda constitucionalista, habían leído la “Opinión Pública” de Lippmann, “Propaganda” de Bernays o los estudios de Lasswell: todos estaban por llegar.
Concluimos, además, que esta profesionalidad en el ámbito comunicacional tiene como antecedente directo e inspirador el trabajo propagandístico llevado a cabo por Francisco I. Madero como candidato a la presidencia de la República y genuino agitador del estallido revolucionario de 1910.
Tampoco podemos pasar por alto el bagaje de Carranza que, según Richmond (1986), solía estudiar las obras de Plutarco y “leía sociología, historia y economía política. (…)
biblioteca de su casa de la ciudad de México refleja su sólida comprensión de la historia y de los sucesos del mundo. Está adornada con retratos de Jorge Washington, Benito Juárez y Napoleón (…)”. (p. 23). Robledo (1935), afirma que Carranza regaló a Obregón libros que versaban sobre las campañas militares de Napoleón Bonaparte, Federico el Grande, Helmut von Moltke y las de Julio César: “Puede ser que en la lectura de estos libros que le envío [le dijo Carranza], encuentre usted antecedentes y enseñanzas que lo ayuden en los momentos difíciles con que, seguramente, va a tropezar”. (pp. 130-131)
Con ello, queremos resaltar que, además del sentido común y de la experiencia
revolucionaria adquirida, había una sólida formación intelectual en los integrantes civiles de la elite carrancista que, sin duda, ayudaría en la toma de decisiones militares y propagandísticas pertinentes; baste mencionar a Luis Cabrera que, además de sobresaliente jurista, fue traductor de obras literarias y escritor de varios ensayos y poemas. Estos hechos quizás contrasten con la imagen, muy difundida (sobre todo por el cine de Hollywood), de una Revolución improvisada y dirigida por caudillos desarrapados e ignorantes.
Consideramos, entonces, que sin la conformación de estos cuadros políticos no
hubiese sido posible una acción propagandística bien estructurada y certera. La fundación de la Confederación Revolucionaria (primera instancia propagandística del periodo que analizamos) fue la base que permitió el inicio de la actividad propagandística encargada de dar a conocer el mensaje constitucionalista por medio de conferencias, mítines obreros y la creación de comités locales, con el objetivo de ganar adeptos a la causa del Primer Jefe; sin embrago, la coyuntura
revolucionaria (la unión militar de Villa y Zapata, sellada el 6 de diciembre de 1914 y la toma de la Ciudad de México como capital de la “república convencionista”) corroboró que era esencial unir a la población en pos del carrancismo, y hacerlo sin limitarse a disertaciones públicas y mítines; por tanto, resultó necesario crear una institución dirigida por un grupo que empleara
todos los medios de comunicación posibles, que organizara eventos masivos en todo lugar dominado por el constitucionalismo y que delimitara qué se iba a decir, quién lo iba a hacer, cuándo, a qué público y con qué instrumentos.
Con esos objetivos se constituyó la Oficina Central de Información y Propaganda Revolucionaria (OCIPR), centro de comunicación carrancista cuya propia denominación deja ver la importancia dada a la persuasión, así como la
intención centralizadora que guiaba a sus fundadores. Ambas características (importancia dada a la persuasión organizada y su centralización) nos hablan de un conflicto moderno, desde el punto de vista de la propaganda política. En nuestro trabajo, hemos intentado ir al máximo detalle en la descripción del trabajo de la Oficina, una institución que no ha merecido demasiada atención por parte de los historiadores. A primera vista parecería que la función medular de la OCIPR fuese encargarse, únicamente, de la organización de eventos propagandísticos (tarea ya ardua, de por sí, en aquellas condiciones); sin embargo, también nutrió, a la prensa constitucionalista, de información sobre los desfiles, mítines, manifestaciones, giras y demás acontecimientos propagandísticos que constantemente llevaban a cabo.
La OCIPR editó también publicaciones de carácter local, como la Hoja Constitucionalista del Estado de Puebla, cuyo contenido periodístico sería igual al que se publicaba en la prensa nacional, en cuanto a decretos y motivos de la lucha revolucionaria del Primer Jefe; lo que apunta el intento de situar a la Oficina
como fuente principal de propaganda constitucionalista. Las oficinas locales de la OCIPR también publicaban convocatorias para asistir a desfiles, marchas o festejos cívicos que se llevarían a cabo en el lugar. Conviene resaltar la trascendencia de estas invitaciones, que se presentaban como otra manera de acercar a la gente al mensaje constitucionalista y, en el caso de las manifestaciones, aludían a problemas que afectaban a la población; por ejemplo la defensa contra los acaparadores de artículos de primera necesidad y de moneda fraccionaria.
Las invitaciones se repartían de mano en mano o se pegaban en tablones colocados en lugares públicos lo que, consideramos, era una forma más efectiva de acercarse al pueblo que publicarla solamente en la prensa tradicional. Por lo tanto, fueron diversas (y coordinadas) las fórmulas usadas para multiplicar el efecto del mensaje constitucionalista: un mismo mensaje se difundió a través de varios medios, que se adaptaron, en lo posible, a los contextos para los que se habían producido. La comunicación cara a cara fue esencial para que la población conociera el mensaje revolucionario, lo que nos lleva a evaluar la importante función que cumplieron los empleados de la OCIPR, que recorrieron poblaciones organizando reuniones que tenían como oradores principales a conocidos miembros de la comunidad visitada.
Los temas se adaptaron a los problemas del lugar en cuestión y las soluciones que, a los mismos, ofrecía el constitucionalismo, recogidas fundamentalmente en las Adiciones al Plan de Guadalupe. Se llevaron a cabo, por tanto, discursos que abordaban problemas cotidianos sensibles en los lugares que visitaban los oradores y a los que se ofrecía solución. Hemos intentado describir,
en un esfuerzo de reconstrucción, a través de las fuentes disponibles, “el escenario” en el que se desarrollaban dichos acontecimientos: se usó para los actos propagandísticos música de banda, poesías, pancartas, adornos florales, fotos de Juárez, Madero y Carranza, reparto de folletos, etc. Nos interesa subrayar que, además de toda la parafernalia, los organizadores pusieron gran cuidado en la elección de los disertantes idóneos, que conocieran bien los problemas de la población visitada y, sobre todo, que supieran hablarles de “tú a tú”, tal
como lo aconseja Perelman (2006) cuando menciona que “El conocimiento, por parte del orador, de aquellos cuya adhesión piensa obtener es, pues, una condición previa a toda argumentación eficaz”. (p.56)
La OCIPR, junto al Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes (dirigido entonces por Félix F. Palavicini), tuvo a su cargo el despliegue de los profesores propagandistas a lo largo del territorio conquistado; profesores que cumplieron una función esencial en la difusión del constitucionalismo en pequeños pueblos y comunidades no siempre de fácil acceso.
El gorro Frigio de la libertad (arriba de la àguila)
en el escudo de la Republica Mexicana de esa època
muy usado en casi todos los gobiernos
del continente americano y europeo.
y en la actualidad ¿podrìa traducirse como
¡Viva la Gran Fraternidad Universal!?.
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